Buenos días a todos,
Yo también me animo a escribir unas líneas. La ocasión lo merece. A ver si vamos cogiendo costumbre.
Llevo tres años entrenando en nuestra asociación y tocaba ya, en este curso, examinarme de primer kyu. No poco fue el miedo que nos metieron en el cuerpo nuestros compañeros de mayor grado de Majadahonda los meses anteriores (siempre, no me cabe duda, con la intención de prepararnos para lo peor y esperar lo mejor), pero he de decir que ni el calor, ni la cantidad de aikidokas, ni el madrugón del finde, ni los nervios del examen, pudieron empañar lo mucho que disfruté del curso. Fue una auténtica gozada todo. Yo también acudía magullado por varios sitios, pero entré en el tatami con el firme propósito de dejar los dolores y las penas fuera y concentrarme plenamente en el curso. No funcionó claro, pero lo cierto es que daba igual. Que miserable precio es un poco de dolor a cambio de lo mucho que te da el curso! Porque, aun corriendo el riesgo de parecer un poco pelota o de repetir lo que otros compañeros ya han dicho, que maravilloso lujo es tener al Maestro Lucio dando la clase! “El Aikido es Misogi y Kototama!” A alguno no le resuenan todavía estas palabras en la cabeza…? A mí, desde luego sí. Al principio pensaba que en estos cursos iba a aprender técnicas y movimientos que no veíamos normalmente en clase. Pero qué va! De eso ya se encarga, con su infinita paciencia, mi Maestro Roberto todas las semanas. Otro lujazo. Muchas otras cosas son las que nos enseña Lucio. Muchas y no siempre tienen que ver con la técnica. También quiero acordarme del Maestro Alberto que fue el encargado de examinarme a mí y a otros tres compañeros. En ningún momento me sentí presionado ni nervioso. Nos examinó rigurosamente pero nos ayudó igualmente, porque, que mejor ayuda que hacerte sentir relajado…?
En resumen y para terminar, gocé mucho del curso. Me lo pasé fenomenal e incluso me atrevería a decir que me relajé en la meditación y que en las respiraciones llegué a notar fluir el Ki…!! Bueno vaaaaale, quizá no tanto…..el camino es largo y yo sólo acabo de empezar a andarlo. Pero todo llegará. Por ahora sólo puedo decir que es un privilegio y un placer andar ese camino con todos vosotros. Mil gracias.
Álvaro.