Qué mágica aparición en este lugar. Claro que se te echa de menos!!!
Muchas gracias por este artículo que siempre ayudará a abrir un poquito más los ojos (es este casona cerrarlos y mirar…). Me parece que tu estilo narrativo a descriptivo es tan puro y refinado que está realmente escrito por el alma y desde el alma.
Qué difícil restarle hueco al ego. Y que bello poder ganarlo en conciencia.
Yo el ego, querido amigo, lo llevo anclado a mí. Imposible librarme de él. Di-ego… (Chiste malo, pero mi ego me decía que debía hacerlo…)
Me reitero, muchas gracias, Sami.
Saludos
Diego