Como de costumbre, gracias por tu aportación. Me parece estupendo que vayamos exponiendo -compartiendo- nuestras opiniones, dudas, pensamientos…, relacionados con el Aikido, en nuestra página, ¡qué está para eso! Y, espero, que si en alguna ocasión hago alguna puntualización, no sirva esta para reprimir vuestras intervenciones.

Bueno pues, a ello:
La inmensa mayoría de las veces es el exceso de expectativas lo que produce bloqueos. Fíjate que hasta tú, en tu mensaje, a pesar de la excelente intención y lo oportuno del mismo, caes en una contradicción habitual: «pues me parece tan sencilla de entender como de llevar a cabo», dices para empezar. Pero luego, al acabar, afirmas: «Pero qué difícil se nos hace, al menos a mi»
¿En qué quedamos, es sencilla de llevar a cabo o es difícil? …
Lo que siempre repetimos es que no debemos preocuparnos, que todos estamos haciendo las cosas -casi siempre- lo mejor posible. ¿O es que acaso vamos al dojo para hacerlo mal?
La mejor premisa: Practicar esforzándose, no forzándose; ocupándose, no preocupándose.
El Aikido, como todas las Vías, es el camino del centro, del medio. Es en el centro donde está el equilibrio. Es en el medio donde está la virtud. Y, además, ¡qué prisa tenemos! Nada, nadie, nos urge, más que nuestra falta de paciencia. Todas las cosas maduran a su tiempo. En cuanto quitemos el ‘ansia viva’ empezaremos solo a disfrutar; a disfrutar de toda la práctica, tanto de la ‘agradable’, como de la ‘menos grata’; de esos días ‘malos’ igual que de los ‘buenos’; porque ya no habrá buenos o malos, gratos o ingratos. Todos aportan, todos son vivencias, todos son formativos; ¡todos son aikido!

Un abrazo, amigo
y, gracias de nuevo por compartir, a ver si cunde el ejemplo

Lucio