Como me gustan tus reseñas, David. Sabes expresar con sencillas frases lo que muchos pensamos.
Estaba hoy para escribir mi impresión de este curso, pero el trabajo no me ha dejado un resquicio para ello. Solo ahora, y animado por el tuyo procedo.

Pues si: qué gran curso. No es novedad que lo digamos, pero cada año que pasa vamos descubriendo novedades en el aikido y en el discurso que nos transmite el Maestro Lucio. Este año me quedo con la no-brusquedad. Intentar transmitir musubi al compañero, ser un todo con él, no ir cada uno por nuestro lado. Qué difícil es meter en práctica cuando se practica, pero que sencillo nos lo hace ver el Maestro. Y qué frustrante tiene que ser que no le hagamos mucho caso, eh Maestro?
En fin… en eso estábamos cuando aparecieron los exámenes; y qué decir de ellos: desde mi punto de vista tan distintos y tan parecidos. Son los mayores exponentes de nuestra escuela, después del Maestro Lucio. Y qué sencillo hacen las técnicas, se mueven, respiran, se juntan con el/los ukes, participan con ellos, hacen un todo con ellos…. Qué fácil, en resumen, hacen aikido.
Cuanto trabajo hay detrás de esas dos «exhibiciones» (porque para mi fueron eso, exhibiciones, a muy alto nivel), cuántos meses de preparación. Sufres por ellos, lo pasas mal por ellos, pero disfrutas porque ves que ellos también deben estar disfrutando, pues estaba quedando precioso (desde mi humilde punto de vista).
Los ukes espectaculares, tanto los de armas (un lujo ver la kata de 31 con David y Luismi), los distintos kumijos, los kumitachis……, como los del domingo, con Fernando, Jaime y Enrique sudando con Alberto, como Pedro, David y raquel con Roberto.
Puedo hablar en nombre de más gente, y se que piensan igual, cuando digo que hacía mucho tiempo que no veía una exhibición de aikido igual.

Creo que tanto Alberto como Roberto, son dos dignos exponentes de nuestra escuela, de lo que representa, de hacia donde quiere el Maestro Lucio que vayamos o que evolucionemos.

Siendo mi Maestro Alberto, desde aquí le quiero felicitar y dar la enhorabuena de todo corazón. Se que ha trabajado muchísimo para esto. Le tengo muchísimo aprecio, le considero un amigo, y como tal me alegro de su examen, y estoy muy muy orgulloso de seguir su vía en el aikido.

Y siendo Roberto una persona al que le tengo un aprecio muy especial, quiero también felicitarle por el logro y por el examen. Me alegro mucho también por ello. Esas patatas revolconas ya las estoy visualizando!!

Y al Maestro Lucio por guiarnos y enseñarnos a amar el aikido como él hace.

Cada curso es diferente, de eso no cabe duda. Pero como dice el Maestro Lucio en su último artículo…..el comportamiento de todos, la armonía, la falta de incidencias (excepto mi rodilla, que Diego, está bien, no te preocupes), el buen ambiente y la buena práctica ha sido…. como de costumbre.

Feliz Navidad a todos.