¿Casi desaprender, Diego?
¡Muy bueno este último artículo tuyo Diego! De lo mejor que has escrito. No solo por el estilo fluido y ‘casi minimalista’ (este término siempre me rechina y me pone el vello como escarpias. Prefiero de largo usar: sencillo, sobrio, contenido, natural, escueto, humilde…) o por lo bien que dibujas los ambientes. Lo es –de lo mejor- principalmente por su correcta semántica.
Aun así, como suelo, voy a ‘darle un toque’ a una de tus frases que manca el significado de misogi:
<<Durante la práctica olvidamos con frecuencia que hemos venido aquí a limpiar, casi a “desaprender”>>
¡No seas tímido! ¡Hemos venido a DE-SA-PREN-DER! Sin comillas ni ‘casis’.
Misogi es desaprender. Desaprender vicios, rutinas, condicionamientos, apegos, deseos y/o expectativas; desaprender prioridades, objetivos, conceptos… Misogi es darse uno la vuelta, como se la damos a un calcetín. Destapar lo de dentro y ‘tapar’ lo de fuera.
En el libro “El Hambre del Alma” hay una frase que explica maravillosamente bien este proceso:
“Aprende a estar contenta con tus circunstancias externas, pero no con tu desarrollo espiritual. El contento hacia lo exterior y el descontento divino en el interior”.
Misogi constante, que en el tatami ponemos en practica sobre todo –aunque no solamente- con la labor de uke. Uke acepta la técnica que tori le aplica y se adecúa a ella con contento, de buena fe, sinceramente; de este modo se va limpiando de las exigencias y quejas del ego. Tori, por su parte, aplica la técnica sin personalizaciones, asépticamente, sin expectativas ni inclinación alguna. Ambos, humildemente. Así se da aiki. De otro modo aiki es imposible.
“Misogi es aiki, aiki empezó con misogi”.(O Sensei)
No tomes esta puntualización como reproche, el artículo es brillante en estilo y significado. Me gusta.
Recomiendo a todos su lectura. Su estudio.
Un abrazo hermano.
¡Por cierto! No tenía yo recopilada la última frase del Fundador. ¡Qué buena! La pillo.
Lucio Álvarez
*Artículo en respuesta a Aikido. Zen. Tu Zen (Por Diego)